Algunas imágenes del día que se cargaron los contenedores con rumbo a Gibara.
Una vez más, como ha venido sucediendo a lo largo de esta campaña, nos olvidamos de la crisis, del frío y de nuestros problemas al sentirnos rodeados y apoyados por todos los voluntarios y voluntarias que le echaron manos, hombros y espalda a la dura faena de cargar a los gigantes, sin perder la sonrisa ni un instante. Gracias a todos quienes se han sumado a nuestro objetivo de ayudar a Gibara y que con su cooperación y generosidad han demostrado que la solidaridad no es una utopía, que es una hermosa realidad.